Benavente, con el 42%, se sitúa a la cabeza del paro femenino en la región
La crisis afecta especialmente a las mujeres empleadas en el sector servicios l Crecen las desigualdades entre la población
09.11.2014 | 06:10 Ver noticia original en este enlace
SHEILA GARCÍA CERVIÑO El 42,1% de las benaventanas que quieren trabajar en la ciudad carecen de empleo. Es la tasa de paro femenino más alta de toda Castilla y León según un informe realizado por la consultora tecnológica AIS y cuyas cifras corresponden al tercer trimestre del 2014 y para cuya estadística se han fusionado los datos de la EPA del tercer trimestre de 2014 con los datos de SEPE y los indicadores Habits, elaborados por la propia AIS.
Se han analizado 760 municipios españoles de más de 10.000 habitantes y en los resultados finales difundidos por dicha consultora sólo en 194 el paro masculino supera al femenino.
Andalucía es la región más afectada "y especialmente las provincias de Jaén y Cádiz son las más castigadas por el desempleo femenino, que doblan e incluso triplican la media española", según informa AIS, situada en un 25%.
La comparativa con el resto de la región es la siguiente: Benavente tiene diez puntos más de paro femenino que la capital zamorana y sólo el municipio salmantino le sigue de cerca con una tasa del 35,7%.
El alto desempleo en el sector servicios en la capital de comarca de Los Valles, así como el argumento de que la crisis afecta más a los sectores de la población más vulnerables (mujeres, inmigrantes, etcétera) podrían explicar por qué Benavente es el municipio de Castilla y León de los analizados con mayor tasa de desempleo femenino, según aporta Marisol Rebordinos, técnica del servicio de empleo de Castilla y León. Este argumento es avalado también por el dossier "El desigual impacto de la crisis sobre las mujeres" elaborado por Lucía Vicent, Carmen Castro, Astrid Agenjo y Yayo Herrero y difundido por Fuhem Ecosocial, en el que se afirma que "en países como Grecia, Portugal y España, los recortes en el sector público han afectado sobre todo a sectores feminizados como la educación, la sanidad y los servicios sociales, lo que ha agudizado la penalización sobre las condiciones de vida de las mujeres".
Amaia Pérez Orozco, doctora en economía por la Universidad Complutense de Madrid, profundiza en la cuestión en su texto "Subversión feminista de la economía", planteando que cuando el desempleo ataca, "quienes hacen malabares para que el hogar perviva suelen ser mujeres. Por otro lado, no hablamos de todas las mujeres del mundo en bloque, frente a todos los hombres del mundo en otro bloque, sino de cómo el sistema socioeconómico está sexuado a nivel simbólico, subjetivo y material".
La alta tasa de desempleo femenino en Benavente ya estaba presente en estudios previos. Es el caso del proyecto fin de máster de Esther Gutiérrez Prieto, diplomada en Trabajo Social y experta en materia de empleo e Igualdad de Oportunidades, quien en su investigación apuntaba a cuestiones como que en el año 2006 de cada 100 personas desempleadas, 70 de ellas eran mujeres, así como que "el mercado laboral ha ido perdiendo población masculina en activo, mientras que ha incrementado su población femenina en activo" debido a que la ciudad de Benavente es un centro de servicios en un contexto rural a donde enfocar la búsqueda de oportunidades laborales y en el que el 51,15% del total de la población (según datos de 2012) eran mujeres.
Martina Robles, zamorana con formación en asuntos de igualdad jurídica, aporta soluciones para reducir esta desigualdad: por un lado sugiere que haya más formación (cursos, módulos, etcétera) para reciclar los conocimientos de las mujeres de Benavente, entre ellos la temática de la tecnología es fundamental, para evitar así la llamada "brecha digital", la cual influye para acceder al mercado laboral.
Por otra parte, esta casi benaventana (nació en Arcos de la Polvorosa) señala que el ámbito rural aún tiene trabajos invisibilizados que suelen ser ejercidos por mujeres, como sería su papel en el campo, y apunta a una visión de igualdad que debe cambiar dentro de los hogares, para que no se piense que sólo el hombre es quién primero debe buscar trabajo, impulsando la independencia laboral y por ende económica y social de las mujeres.
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